martes, 29 de abril de 2008

“El destino unió aún más nuestras vidas”

Hace doce años que Ana Luisa Meneses Herrera, llegó a trabajar a la Superintendencia de Quiebras. Fue una casualidad, ya que habían pasado tres años desde su último trabajo en el Banco Sudamericano. Allí estuvo seis años y ascendió, rápidamente, hasta llegar a desempeñarse en al área de apoyo comercial. Debido a un triste episodio de su vida, ocasionado por la partida de su madre, decidió abandonar el banco, porque las motivaciones y las fuerzas ya no eran las del comienzo.

Su salida del banco le dejó “una platita” suficiente para viajar, disfrutar y olvidar las penas, en la compañía de su padre, don Fernando Meneses Castro, quien hoy tiene 77 años y es jubilado. Ambos viven juntos. Ana Luisa es soltera y ha compartido innumerables momentos de su vida con su padre, quien, además confiesa es también su gran amigo. Pero en realidad en esta familia son tres, no podemos dejar de mencionar a la casi hija de Ana Luisa; su blanca perrita poddle llamada Luna.

En los tiempos libres, Ana Luisa y don Fernando, su padre, salen de compras, van a comer y también se juntan con la hermana de la madre de Ana Luisa, con quien comparten bastante. Pero los días domingo, son para estar en casa, allí se refugian para descansar.

Nadie dijo que ser mujer soltera es malo, sino por el contrario tiene sus ventajas, es por eso que Ana Luisa dice; “la soltería es una opción”, lo demás dejémoslo para la imaginación. Dentro del servicio hay personas a las que Ana Luisa les tiene especial aprecio y apego, como Nancy Navarro y Ana Sepúlveda. Además cuenta que su experiencia como secretaria de la Unidad de Asesoría y Gestión en la Superintendencia de Quiebras ha sido buena, ya que desde el primer día que llegó, se sintió completamente acogida.

miércoles, 23 de abril de 2008

Algo más de la vida de Don Mario


Hace 19 años que Don Mario Rojas Espinosa trabaja en la Superintendencia de Quiebras, donde hoy es auxiliar. De lunes a viernes llega, a las 6:40 de la mañana, al servicio para abrir sus puertas a todos los funcionarios y se siente muy contento de la labor que realiza.

Don Mario es un hombre de estatura alta y cabellera blanca. Se le ve activo y voluntarioso, aunque ya tiene sus años. En sus inicios fue mayordomo de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, donde conoció grandes personajes de la política contingente, en la época que fueron estudiantes universitarios, como la Presidenta de la Democracia Cristiana, Soledad Alvear y su marido, Gutemberg Martínez. También a algunos senadores como Alberto Espina y Andrés Allamand, además de los ex Presidentes de Chile, Patricio Aylwin Azócar y Ricardo Lagos Escobar, quienes fueron profesores en la Universidad de Chile y que don Mario conoce y recuerda con cariño.

El 14 de noviembre de este año cumplirá junto a su esposa, la señora Hilda Galleguillos, 55 años de feliz matrimonio, según don Mario. Ambos tienen dos hijos. Los dos son profesionales que se desempeñan en el área judicial y que les han regalado 4 nietos, de los cuáles dos ya están estudiando en la educación superior. El se ve muy contento por los logros suyos y de su familia y por sobre todo, muy orgulloso de la esposa que tiene a su lado.